miércoles, 9 de abril de 2008

Entrevista a Gregorio Devito Por Luciana Volco

Entrevista a Gregorio Devito Por Luciana Volco

Gregorio Devito es psicoanalista y trabaja en Bonneuil casi desde su fundación. Forma parte también de Space Analytique, institución de transmisión del psicoanálisis tambien fundada por Maud Mannoni.

Es esta una entrevista curiosa, llevada a cabo por propuesta del entrevistado. Iniciada con una pregunta suya. Hecha porque sí, por el deseo de transmitir. Con el pedido explícito de no enviarle nada para corregir, sin exigencia alguna respecto del destino de lo dicho, sin ningún intento de controlar la justeza de sus palabras, las posibles repercusiones, el status de una posible publicación.

Es decir, una entrevista totalmente coherente con el espíritu que anima el trabajo en Bonneuil.

G - Empecemos al revés: contame tu impresión acerca de Bonneuil.

E – Me llamaron la atención algunas cosas que hacen a la diferencia entre Bonneuil y las instituciones tradicionales del ámbito de la salud.

En primer lugar, me parece que en Bonneuil se parte de una confianza en el otro, sea este otro un niño, un miembro del equipo, un padre o un rotante. Por otro lado, me sorprendió el poco lugar dado a la medicación, el no sometimiento al discurso médico en cuanto a la supuesta "efectividad científicamente comprobada" de la medicalización de determinadas patologías y las "graves consecuencias" de no hacerlo.

Bonneuil no se parece en nada a una institución de salud mental: no se habla de diagnósticos ni de patologías, no hay historias clínicas, nadie usa guardapolvo ni se identifica desde su profesión. No se le pregunta a quién llega por sus títulos.

El clima que se vive es el de un lugar habitable, común y corriente. Nadie está esperando las crisis o las agresiones de los niños, y me parece que el no esperarlos en ese lugar hace que respondan de otro modo.

G -Hiciste tres observaciones: desmedicalización, confianza en el niño, confianza en el personal. Cada uno se hace responsable de su trabajo y de su ética. Eso es lo que tomaste como positivo. ¿Y lo negativo?

E –Veo un vacío en cuanto al trabajo teórico –que supongo ligado a la muerte de Maud Mannoni. Me pregunto también por la orientación futura de la institución sin ella.

G -Los tres puntos que tomas como positivos, que te parecen diferentes de cómo se trabaja en otras instituciones, eran aspectos sostenidos por Maud Mannoni. Actualmente no solamente hay un vacío con su partida sino que además eso produjo que ciertos miembros del equipo pierdan confianza. Se produjeron disensos y renuncias. Va a haber una pérdida en el equipo, ya que el director se jubila. El año que viene nos vamos a enfrentar a una nueva dirección, un nuevo equipo directivo. Un nuevo responsable de rotaciones (yo renuncio), nuevo responsable del sector de adolescentes (porque renuncio). Se nota cierta ambigüedad en la orientación de esta nueva institución. Tras la muerte de Maud Mannoni hubo cambios y se va hacia una nueva institución. Ahora, ¿que orientación va a tener? No lo sé. No estoy muy seguro de que siga las perspectivas actuales. No creo que cambie la política respecto de la medicación, porque no era infundada. Tampoco creo que cambie la política de la confianza en los niños, porque ambos son pilares muy bien enraizados. Lo que puede cambiar es la relación respecto de la administración del personal. Es decir, como vos mencionabas, una organización "pesada". Hay un cambio que ya esta ahí, y que los mas viejos del equipo, y los más cercanos a Maud Mannoni intentamos sostener, que es la investigación, que desde hace un año es nula, es bla bla bla, y eso es preocupante. Lo es porque por un lado hace a la transmisión, y por otro a la vida de la institución. La institución no puede vivir si no hay una fuente de pensamiento continuo y de revolución permanente. El otro punto preocupante es concomitante a éste, y es que las reuniones de equipo se están convirtiendo en reuniones de síntesis, y no en reuniones de investigación. Una reunión de investigación no es pasar información acerca de que paso con cada niño, sino pensar, a partir de textos que se estén trabajando, qué nuevos pasos se pueden dar, y a partir de eso se habla del trabajo con cada niño. Ahora es un poco a la inversa, a partir del niño se produce un "saber". Es decir, un bla bla bla. Salvo las reuniones con los rotantes, que son diferentes. Fue un espacio fundado por Maud Mannoni, y está fundamentado en la formación de los rotantes. Allí hay otro tipo de discurso y otro tipo de interrogación, porque el narcisismo del equipo no esta en juego. El narcisismo del equipo es el producto de la falta de investigación, como si fuera que algo positivo o negativo en el trabajo es tomado desde el punto de vista narcisístico y no desde el punto de vista un trabajo hecho a cuestionar, más allá de quién lo haya hecho. Veremos como sigue todo a partir de septiembre de este año, yo soy un poco pesimista.

Bonneuil es una institución privada que funciona con un concejo de administración, y la nueva dirección fue tomada por este concejo, en el cual la presidencia fue siempre encabezada por Maud Mannoni, hasta su muerte. Ese concejo quedó acéfalo, y funciona "rengo", no sabe muy bien qué hacer, si continuar con la responsabilidad de continuar en el concejo... hubo un consenso en el equipo para el nombramiento de la nueva directora y la decisión fue tomada por el concejo. Michel Polo fue formado de la A a la Z por Maud para ser director, lo cual no sucede con el nuevo equipo, no formado para esos cargos y fundamentado en la empatía. Es un equipo que resulta cómodo, simpático, pero nadie sabe nada respecto de qué significa dirigir Bonneuil. Creo que va a ser un equipo administrativo más que directivo, por eso soy pesimista.

E -Más allá de este momento particular de la institución, me gustaría preguntarte qué pensás que es lo que lleva a alguien a querer trabajar en Bonneuil.

G -La única respuesta que te puedo dar con cierto conocimiento es la mía... Yo conocí a Maud y a Octave en Argentina, cuando era maestro de escuela diferencial. En mi clase había psicóticos, enfermos de tuberculosis, epilépticos... era una escuela hogar. Cuando la conocí a Maud ya había leído algunos de sus libros. Ahí tomé la decisión de hacer una rotación. Las cosas se dieron de tal manera que establecí una transferencia con ella y con Lacan, que iban juntas. Maud me empleó en Bonneuil y a partir de ahí participé en el combate por obtener otro tipo de clínica diferente de la psiquiátrica tradicional, con el deseo de transmitir eso a otros, sobre todo a los rotantes. Creo que es ésta la razón de una gran parte del equipo, y es fundamentalmente psicoanalítica. Es raro encontrar a alguien en Bonneuil que venga a buscar un trabajo y un salario, hay un deseo de trabajar allí y no en otro lado. El punto crucial actual es que la transferencia se hace a una institución acefálica y no a Maud Mannoni, como antes. La teoría de Maud está ahí, con lo cual también se trata de una transferencia a un saber, es parecido a lo que sucedió con la muerte de Lacan, hay una transferencia a su figura que continúa, pero aquellos que no lo conocieron tienen una transferencia al texto, y los resultados son entonces a veces buenos y a veces no... depende del jefe de filas que encabeza la horda. No creo en los gobiernos colegiados. Tiene que haber alguien que decida en una institución, clínica o de otra índole. Lo cual no significa que tenga que haber un líder carismático, sino simplemente alguien que se hace cargo de la responsabilidad de las decisiones a tomar, a partir de un trabajo en conjunto, como hacía Maud. En el gobierno francés es así desde la III República, y es el trabajo del primer ministro. Se trata de tomar decisiones más que de "dirigir": la decisión nunca es colectiva. Y cuando es colectiva es muy desordenada. Eso Maud lo explica bien cuando habla de Bonneuil como microsociedad, la institución concebida de esa manera. Había decisiones que eran muy difíciles, y ella siempre se hacía cargo de tomarlas, como cuando había que decidir la expulsión de un niño. Se hablaba en el equipo y generalmente la decisión iba en la dirección de lo que se había hablado, pero a veces ella tomaba la decisión contraria.

E -¿Cuáles fueron, a tu modo de ver, los elementos que confluyeron en la producción de la fundación de Bonneuil? Pensaba por un lado en la época particular en la que se produjo su fundación, y por otro en la figura también muy particular de Maud Mannoni...

G –El primer acontecimiento es el encuentro entre Maud Mannoni y Lacan, producido a su vez por un encuentro anterior: el de Maud con Françoise Dolto. Pero eso fue coyuntural, en la medida en que Maud ya tenía esa ideología cuando trabajaba en Holanda y en Bélgica. Trabajaba en bicicleta, animando grupos de teatro de adolescentes, venía de una formación winnicottiana, bastante escuela inglesa. Era miembro de la IPA y lo fue hasta su muerte, nunca renunció. Eso no le impedía ser miembro de la escuela freudiana. Esos encuentros fueron fundamentales. En el momento de la fundación, Lacan la apoyó totalmente, incluso visitó Bonneuil –cuestión sorprendente ya que él se desplazaba muy poco fuera de su circuito. Era todo un acontecimiento, y lo hizo. Creo que tiene la misma importancia que el desplazamiento que hizo a Caracas. Por otro lado Francia y el movimiento estudiantil francés salían de mayo del 68. Bonneuil se fundó en 1969, a tono con la ideología maoísta. La ideología comunitaria de Bonneuil viene del maoísmo. No porque Maud fuese maoísta, pero sí lo eran los estudiantes que participaron de la fundación de Bonneuil. Había todo un movimiento de rebelión, de antipsiquiatría. El psicoanálisis lacaniano ponía en cuestión las curas clásicas, la formación clásica del psicoanalista, su control, todo estaba en cuestión. Eso facilitó la decisión de Maud de crear una unidad nueva. Bonneuil comenzó muy pequeña, con dos o tres niños, Maud, y un pequeño grupo de estudiantes. O sea que todas esas circunstancias se unieron en una decisión de fundar una institución orientada de otra manera, en la que la base del trabajo era el deseo y no el empleo, y donde el producto del trabajo fuera escrito. De ahí surgieron los doce libros de Maud y los veinticinco años de la institución. Cada dos años había un libro que reflejaba el trabajo, de qué manera se estaba trabajando, qué reflexiones suscitaba, cómo se modificaba la institución. Eso hizo que permaneciera viva la llama del trabajo. Deben quedar otras cosas. Un deseo enorme de ella con relación a la clínica, eso fue fundamental, el deseo de crear la posibilidad para un niño de salir de su estancamiento psicológico.

E -A pesar de que la institución recibe todo tipo de niños, siempre hubo una orientación del trabajo y de la investigación hacia los niños psicóticos, ¿por qué?

G -Maud tenía una preferencia afectiva por los casos graves. Pero también una preocupación muy grande por casos que podríamos llamar de "fracaso escolar", producto de problemas ambientales tanto como de realidad psíquica, por eso la institución siempre mantuvo un tercio de niños escolarizables, con dificultades de neurosis graves y escolares, un tercio de autistas y casos graves, y un tercio de la llamada debilidad -que de debilidad no tiene nada, sino que es una posición del sujeto frente a la castración.

Esto además está fundamentado en su idea de no segregación. La apertura de Bonneuil al exterior, que los niños trabajen con artesanos, que se vinculen no sólo con la escuela, que el niño sea seguido por un psicoanalista fuera de la institución (como cualquier niño), todo esto va en la línea de la no segregación. No hay psicoterapia en Bonneuil.

E –Me parece que esto le da otra calidad al trabajo en la institución, porque cuando el tratamiento se hace en la institución misma, las actividades quedan en segundo plano, desvalorizadas respecto del supuesto "verdadero" trabajo que se hace en el consultorio.

G -Sí, claro. Bonneuil es una escuela. Se llama "Escuela experimental de Bonneuil". Allí se aprende a leer, escribir, geografía, qué es el trabajo... hay dos maestros de escuela, hay educadores especializados, hay psicólogos que no trabajan como tales sino también como educadores, pedagogos. La psicoterapia llamada "pura", se hace por fuera, con un analista. Eso evita confrontaciones internas en la institución, narcisismos enfrentados y todo lo imaginario que implica este tipo de relaciones, e impide también la apropiación del niño como objeto de goce del otro.

E -Pensaba en lo difícil de establecer una línea divisoria entre esta apropiación que mencionabas y la necesidad de ofrecerle al niño una cierta garantía de continuidad de su tratamiento. En lo difícil también de ofrecerle un lugar, un trabajo posible sin propiciar sus síntomas, trabajando para su salud y no para su enfermedad.

G -Para no producir enfermedad hay que producir enseñanza, desplazar el síntoma a un trabajo. Freud lo decía: amar y trabajar, poder amar y poder trabajar. Maud era freudiana, muy freudiana. Conocía sus textos al dedillo. No tenía ningún problema en proponer juegos a lo kleiniano, indicarnos una orientación lacaniana, o pensar a un niño en la dialéctica del fort-da. Rigurosamente y caso por caso.

E -¿Cuál es el lugar de la intervención analítica en Bonneuil?

G -La intervención analítica en Bonneuil fue siempre una intervención que partía del análisis personal de cada miembro del equipo. Y poniendo siempre en duda ese saber, o sea que la intervención analítica en Bonneuil nunca fue hecha como interpretación. La intervención analítica no es pedagógica ni educativa. Más que una intervención analítica, es la intervención del psicoanálisis, o del proceso analítico que cada uno está llevando.

Maud siempre nos decía "hablen naturalmente" ("parlez nature"). Y tenía horror a que nos pongamos a hablar técnicamente con un niño. O clínicamente entre nosotros, salvo cuando el concepto técnico no puede ser otro que ése: edipo, castración... hay conceptos técnicos que son inevitables en algún momento de la reflexión, pero jamás en fórmula de interpretación, o de "lo que vos me querés decir es que...". Lo que el otro quiere decir es lo que está diciendo. Maud jamás propició esas tendencias de reemplazarse al saber del otro.

No hay que olvidar que Bonneuil es llamada también "Centro de investigaciones pedagógicas y psicoanalíticas".

E -Es lo que dice el cartel de la entrada.

G -Sí, eso es explícito. Es a partir de allí que se pueden hacer intervenciones. Por ejemplo, Maud podía decirle a un niño que le pega a otro "no necesitás pegarle a otro para yo que te mire". Lo pedagógico sería decir "no le pegues". Ambas intervenciones apuntan al golpe, pero una interroga al niño y la otra no. Recuerdo que frente a un estado de agresividad de otro niño, la respuesta de Maud fue decirle "no necesito de tu gorila para hablar con vos". Hablaba en términos personales, es el efecto de la castración del otro.

E -¿Qué efectos produce el recibir rotantes en los niños, en el equipo, en la institución? ¿Qué tiene de positivo y qué de complicado?

G -Partimos nuevamente de la ética de la confianza en el otro, porque es la base de la vida, así como lo es el tomar riesgos en la vida, la vida es riesgo. Es único en el mundo clínico que una institución con treinta niños reciba sesenta rotantes al mismo tiempo, cuando ya tiene 30 personas pagas que trabajan allí. O sea que cada niño dispone, en promedio, de una persona paga y dos rotantes para circular en su trayecto. ¿Qué produce esto? Que los niños puedan circular del modo en que lo hacen. La garantía de todo esto es el encuadre que da la institución. Con las responsabilidades de cada uno. Incluso la del pasante, porque cuando entra a la institución inmediatamente forma parte del equipo, la única diferencia con el resto del equipo es que no tiene sueldo. Desde el punto de vista de la responsabilidad, del trabajo, de la formación, es el mismo rigor. ¿Qué importancia tiene esto para la institución? Simple. La institución no podría funcionar como funciona sin los rotantes. Los niños no podrían circular como lo hacen sin el número de rotantes que hay. Por los numerosos acompañamientos en el exterior que hay (paseos, opera, teatro, trabajo exterior, su análisis, vacaciones, etc.). Es decir que todas las posibilidades que se le dan a un niño de salir de la institución están sostenidas por ellos. El segundo punto es que el pasante pone en duda el trabajo del equipo. Simplemente porque pregunta, o sea, hace trabajar al equipo. La falta de rutina en Bonneuil es producto de esta circulación también. Y no vienen sólo estudiantes de universidad, sino también de la escuela de educadores, de enfermeros, extranjeros: belgas, brasileros, argentinos, griegos, italianos, chilenos, alemanes, suecos, japoneses... yo les digo que les hablen a los niños en su lengua. El efecto significante que eso produce es fabuloso, y además le da recursos al niño para sintomatizar diferente. No es lo mismo decir "basta" que "arrête". Tiene otro efecto significante, que va más allá de la palabra. Eso puede ser muy bien fundamentado a partir de uno de los primeros casos clínicos de Freud: Anna O. hacía recurso a una lengua extranjera para poder decir lo indecible. Acá es al revés. Uno utiliza su lengua materna para decir lo que no puede decir en francés y el niño utiliza esa lengua extranjera que escucha para poder escuchar algo que muy difícilmente pueda escuchar en su lengua. Es fundamentalmente lúdico, y todo lo lúdico es terapéutico por añadidura. La pregunta es cómo poder decir lo indecible, como jugar con las palabras. Eso produce movimientos inconcientes indescifrables. El bilingüismo es muy interesante como fenómeno. El trabajo con la lengua es formidablemente terapéutico. Pero volvamos a los rotantes. La formación que el pasante hace en Bonneuil lo marca, queda marcado por un sistema de pensamiento, y eso se lo lleva consigo, a otras instituciones. Eso para Maud era fundamental.

E -¿En qué se ve ese efecto de expansión producido por Bonneuil?

G -Cuando me encuentro con gente que ha pasado por Bonneuil se producen encuentros alucinantes. Hace poco estaba invitado a un vernissage, lleve a dos niños conmigo. Una persona que estaba allí reconoció a una de las niñas. Era pasante hace quince años, se acordaba de esa niña, que tenía cuatro años, y ahora tiene dieciocho. Se acordaba del trabajo hecho con ella. Fue un encuentro mágico que se produce sólo dentro del circuito creado por Maud Mannoni. Su circuito era de una riqueza tal que los encuentros se producen en todos los ámbitos. Siempre son encuentros vinculados al trabajo realizado más que a un nombre: "soy lacaniano"... esas cosas.

Nadie es mannoniano y eso es gracias a ella. Ella no quería tener discípulos. La duración y modalidad de las rotacións no está reglamentada. No se piden horarios en absoluto, simplemente se los responsabiliza de su trabajo.

Los dejo trabajar, me olvido de dónde vienen, que profesión tienen. Dejamos que funcione el deseo, el deseo no se reglamenta. Esa es una política de trabajo, y es analítica.

Siempre fue mi política respecto de la acogida de los rotantes. Ahora aparecen exigencias que no sé cumplir, más que que no esté de acuerdo. Maud siempre decía que había que "acompañar" a los rotantes. Con todo lo que implica acompañar.

E -Es parecido a lo que se hace con los niños

G -Desde el punto de vista ético, sí. No en la función. La ética es la misma porque hay una sola, en diferentes posiciones. Ahora te hago yo una pregunta: cuando llegaste, supiste de entrada quién era quien en la institución?

E -No. Hay gente que todavía no sé quiénes son.

G -¿Lo ves? Esa es la política de la institución. En un momento la Seguridad Social quiso imponernos unas identificaciones que debíamos llevar sobre la ropa, y dijimos que no. No podemos trabajar de esa manera.

E -¿Cómo hacen para resistir a esos embates de reglamentación? ¿Cómo manejan las cuestiones legales, la oleada de desconfianza ligada a los juicios de mala praxis?

G -Como nosotros les tenemos confianza a los niños y a los rotantes, los padres nos tienen confianza a nosotros. Si un niño le abre la cabeza a otro ningún padre va a hacer un juicio, va a preguntarnos qué pasó, se hará una reunión para explicarlo. Se abre la cabeza como le podría haber pasado en la casa.

E -Me llamó la atención desde el principio el vivir ciertas escenas que me resonaban como escenas familiares, reproducciones o fundaciones de escenas. Hay una cierta familiaridad, un compartir lo cotidiano que se asemeja más a la vida cotidiana de un hogar que a la vida en una institución.

G -"Un lugar para vivir" no es solamente una nomenclatura. Maud la llamó así una vez que la vida se hacía de esa manera en ese lugar. Fue el trabajo el que creó los significantes de Bonneuil, se fueron forjando a medida que se trabajaba. El término de "familia de acogida" surgió del trabajo, de cómo se fue desarrollando. Fue Maud la que creó no sólo ese sistema de trabajo sino ese significante. Pero el otorgar ese nombre a una familia no significa que lo sea, la seguridad social llama así a familias que reciben niños, pero funcionan como mini-instituciones, lo hacen para ganarse la vida, son familias sustitutas, no de acogida. No son lugares para vivir sino para ganar plata. Si el significante no fue forjado a partir del trabajo en la institución no es más que una nomenclatura. Los significantes que definen el trabajo de Bonneuil son "un lugar para vivir" y "escuela experimental".

Cuando yo pensaba en fundar una institución en Argentina, le pregunté a Octave Mannoni cómo llamarla, y él me contestó: "no te preocupes por eso, vos fundala y ya se va a llamar sola".

E -¿Cómo afectaron los cambios económicos y políticos que se produjeron desde la fundación de Bonneuil en la inserción social y laboral de los niños?

G -Bueno, es cada vez más difícil. En el 69 ir a trabajar con un niño en dificultad a una obra en construcción se resolvía hablando con el capataz. Luego eso fue gubernamentado. El gobierno obligó en un momento dado a las empresas (fijate lo que era la influencia de Maud) a emplear un 5% de "discapacitados". Ahora hay que pedir toda una serie de derogación de leyes que impiden el trabajo infantil, etc., etc. Nos cubre un seguro de responsabilidad civil frente a los ataques que pueden llegarnos de la estructura sanitaria. De los padres nunca vienen ataques. Vienen y revisan los enchufes, los matafuegos, si la heladera está a 3 grados... vienen con una planilla y la llenan. Ahí fallamos en toda la línea y ellos lo saben, porque los niños circulan, juegan, rompen los enchufes, cambian la temperatura de la heladera... Yo temo que el nuevo equipo directivo le dé demasiado peso a la parte administrativa y de seguridad. Eso produciría efectos sobre el trabajo. También aparecen exigencias de definir las funciones de cada miembro del equipo. Funciones, horarios... es imposible definirlo desde nuestra manera de trabajar. Si eso se impone el funcionamiento de la institución va a ser diferente. Estamos en un momento coyuntural decisivo. Ahora no está Maud para pelearse con eso, ella era capaz de escribirle al presidente de la República tratándolo de idiota... pero ahora no está ella para hacerlo y no sabemos qué rumbo tomará la institución.

E -Te agradezco muchísimo el haberme concedido esta entrevista.

El impacto de la naturalidad con la que se vive en B sin dejar de señalar lo inadmisible. Todo remite a la estructura de una familia: cosas que se hablan delante de los niños, cosas que no. No hay presupuestos acerca de lo que los niños son o no capaces de escuchar, de entender. Por el contrario, se les supone un deseo, un saber hacer y se les confía, se los deja hacer. Hay vidrios por todos lados, cuchillos comunes, ningún botiquín a la vista.

Los adultos no buscan el síntoma, no trabajan sobre la enfermedad del niño sino sobre su salud y su bienestar.

No hay consultorios, guardapolvos ni historias clínicas. Es decir, no se hace ostentación de "emblemas médicos" sino todo lo contrario. Se trata de un lugar de vida, un lugar en el que advienen los gestos y las tareas cotidianas.

Ni a los rotantes ni a los niños se les dice qué hacer ni se les da un lugar fijo. Los rotantes ocupan un lugar especial, en tanto adultos que

-no estarán "siempre"

-no entienden todo

(o son al menos quienes ponen más de relieve estos aspectos de la castración)

Su presencia facilita el trazado de un recorrido que reconozca la diferencia, el paso del tiempo y la alternancia, la diferencia entre la persona y el rol. Cuestiones fundamentales a construir en la infancia, tareas para el psiquisimo en formación. Una mirada que permite a la institución no cerrarse sobre sí misma, que la obliga a rendir cuentas acerca de su trabajo, a repensar constantemente y que "garantiza" un cierto control de la paranoia institucional (sin el cual no posdría la institución abrirse y ser permeable a su presencia)

Preguntas, varias

¿de qué se trata el trabajo que se hace?

¿se trata acaso de crear escenas? ¿de recrearlas con diferencias respecto del pasado del niño? No parece tratarse de reencauzar ni de reeducar ni de rehabilitar sino de hacer con, de crear, sin reparar en si se trata de una creación (y toda creación es en cierta medida reedición).

Ver repetición diferencia fort-da

¿Es "terapéutico" el trabajo que se hace? ¿busca serlo?

Los límites: Bonneuil como límite, como sostén. Por momentos parece que se trata de un trabajo sobre las cantidades: ayudar a su tramitación, ayudar a soportar la angustia. Un trabajo sobre la regulación


fuente: http://www.psi.uba.ar/academica/carrerasdegrado/terapiaocupacional/informacion_adicional/social/devito.htm

No hay comentarios: